Baño de sol del bebé: Por qué es tan importante y que pautas seguir en verano
El baño de sol es todo un beneficio para el bebé pero debemos hacerlo a las horas adecuadas
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A pesar de que generalmente se recomienda evitar exponer directamente al sol a los bebés, especialmente durante el verano, no es viable mantener a un recién nacido cubierto todo el tiempo ni intentar que no reciba ninguna luz solar. De hecho, se utiliza el término «baño de sol» para referirse a una práctica beneficiosa para bebés de corta edad, pero su realización requiere seguir ciertas directrices que describimos a continuación. Además, es importante considerar la temporada del año en la que nos encontramos.
Baño de sol del bebé: Por qué es tan importante
El sol es una fuente de vida y salud para todos los seres vivos, pero también puede ser un factor de riesgo si no se toman las precauciones adecuadas. Los bebés, en especial los recién nacidos, tienen una piel muy delicada y sensible que necesita protección frente a los rayos solares. Por eso, es importante conocer los beneficios y los cuidados que implica el baño de sol del bebé, sobre todo en la época de verano.
Pero debemos ir con mucho cuidado. Como a cualquier otra persona, tomar el sol puede animar al bebé. Evidentemente, la exposición excesiva al sol es perjudicial para la salud, pero unos minutos al día, mientras paseamos al recién nacido puede tener varios beneficios.
Beneficios del sol para el bebé
Uno es la síntesis de vitamina D, una sustancia importante para la absorción de calcio. Por lo tanto, la vitamina D es esencial para que los niños pequeños tengan huesos y dientes fuertes y saludables. Este nutriente se puede encontrar en los alimentos, pero es durante la exposición al sol cuando la mayor parte es producida por el cuerpo.
Un estudio de 2017 de la Universidad de Ciencias Médicas en Nueva Delhi encontró que los bebés que toman el sol regularmente mantienen buenos niveles de vitamina D en sus cuerpos, lo suficiente para desarrollarse adecuadamente.
Además, los recién nacidos con ictericia neonatal se benefician aún más de este hábito. De hecho, tomar el sol a diario es parte del tratamiento de esta afección. Esto se debe a que la luz solar actúa sobre la piel del bebé haciendo que el hígado capture más fácilmente el exceso de bilirrubina, resolviendo el problema. Sin embargo, aunque es aconsejable que el bebé tome el sol durante unos minutos, los pediatras aconsejan que no sea hasta los 6 meses cuando pongamos a los bebés a tomar el sol.
Otros beneficios de tomar el sol para los bebés son los siguientes:
- Aporta una sensación de bienestar: ¿Sabías que la luz del sol hace que tu bebé se sienta mejor y más feliz? Esto se debe a que los rayos ultravioleta aumentan la producción de serotonina. Esta hormona actúa sobre las sensaciones de placer y bienestar. También puede ayudar a regular el estado de ánimo y el sueño.
- Mejora la eficacia de la insulina: La vitamina D tiene otras funciones en el organismo, además de mejorar la absorción de calcio. Ayuda a regular la secreción de insulina, una hormona clave en el metabolismo de la glucosa. Así, al asociar tomar el sol con una alimentación saludable y una actividad física regular, es posible prevenir la diabetes tipo 2.
- Aumenta la energía y mejora el sueño: Durante el día, con el baño de sol, el organismo aumenta la producción de serotonina, lo que le da más energía y disposición. Por el contrario, cuando te pones al sol, el cuerpo convierte la serotonina en melatonina, que es la hormona del sueño. De esa forma, al tener buenos niveles de serotonina, el bebé también tendrá melatonina, lo que lo hace dormir mejor. Tener un sueño de calidad es fundamental para que el pequeño tenga un desarrollo sano, tanto físico como mental.
Precauciones para el baño de sol del bebé en verano
A pesar de los beneficios que tiene el baño de sol del bebé, también hay que tener en cuenta los riesgos que implica una exposición excesiva o inadecuada al sol. Los rayos ultravioleta pueden dañar la piel del bebé, causando quemaduras, eritemas, manchas, alergias o incluso cáncer de piel a largo plazo. Además, el sol puede afectar a los ojos del bebé, provocando irritación, conjuntivitis o cataratas. Por eso, es fundamental seguir unas pautas básicas para realizar el baño de sol del bebé de forma segura:
- Elegir el horario adecuado. Se debe evitar el sol entre las 11:00 y las 16:00 horas, que es cuando es más intenso y peligroso. Lo ideal es hacerlo antes de las 10:00 o después de las 17:00 horas, según la zona geográfica y la estación del año.
- Limitar el tiempo de exposición. Los bebés menores de 6 meses no deben estar más de 10 minutos al día al sol. A partir de esa edad, se puede aumentar gradualmente el tiempo hasta un máximo de 30 minutos al día.
- Proteger la piel del bebé. Se debe vestir al bebé con ropa ligera, holgada y de colores claros, preferiblemente de algodón u otras fibras naturales. También se debe cubrir su cabeza con un sombrero o un gorro, y sus extremidades con calcetines o manoplas. Además, se debe aplicar un protector solar específico para niños con un factor de protección solar (FPS) mayor a 50 en las zonas expuestas al sol, como la cara, las orejas o las manos. El protector solar se debe poner media hora antes de salir al sol y renovar cada dos horas o después de cada baño.
- Proteger los ojos del bebé. Se debe evitar que el sol le dé directamente en la cara al bebé, y usar unas gafas de sol homologadas con cristales que filtren los rayos ultravioleta. Las gafas deben tener una montura adecuada al tamaño y la forma de la cabeza del bebé, y estar sujetas con una cinta o una goma para evitar que se caigan o se las quite.
- Hidratar al bebé. Se debe ofrecer al bebé agua o leche materna con frecuencia para evitar la deshidratación por el calor y la sudoración. También se debe evitar que el bebé tenga calor o frío, y cambiarle el pañal con regularidad para prevenir las irritaciones o las infecciones.
- Lugar: No es necesario salir de casa para que el bebé tome el sol. La luz directa a través de la ventana abierta es suficiente. Evitemos sin embargo, que le de el sol a través del vidrio de la ventana, ya que la longitud de los rayos del sol no es suficiente para promover los beneficios.
- Piel sensible: Si tu bebé tiene una piel sensible, debes buscar consejo médico antes de exponerlo al sol. Este tipo de dermis puede secarse fácilmente, formando erupciones cutáneas, así como descamación e irritación.
- Prematuro: Los bebés prematuros no deben tomar el sol en las primeras semanas. Eso se debe a que todavía no pueden adaptarse a la temperatura alta , lo que puede ser peligroso. En este caso, los recién nacidos prematuros que tengan un peso saludable pueden exponerse al sol suave a través de una ventana transparente. Es fundamental hablar con el pediatra de tu hijo sobre esto.
El baño de sol del bebé es una actividad beneficiosa para su crecimiento y su salud, siempre que se haga con responsabilidad y precaución. Siguiendo estas recomendaciones, podrás disfrutar del verano con tu bebé de forma segura y divertida.
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